lunes, 30 de julio de 2012

Conceptos de los valores


Amistad
Los elementos que forjan amistades para toda la vida.
La amistad es un valor universal. Está claro que difícilmente podemos sobrevivir en la soledad y el aislamiento. Necesitamos a alguien en quién confiar, a quién llamar cuando las cosas se ponen difíciles, y también con quien compartir una buena película. Pero ¿Qué es la amistad? ¿De qué se compone? ¿Cómo tener amistades que duren toda la vida?

Caerse bien

Las amistades suelen comenzar de imprevisto, y muchas veces sin buscarlas. En el camino de la vida vamos encontrádolas. Y todo comienza porque alguien "nos cae bien".
Respeto
Vivir en sociedad nos hace reflexionar sobre el valor del respeto, pero con éste viene la diferencia de ideas y la tolerancia. En pocas palabras ¿Qué hay que saber sobre el Respeto, la Pluralidad y la Tolerancia?
Respeto, Pluralismo y Tolerancia

Hablar de respeto es hablar de los demás. Es establecer hasta donde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, y dónde comienzan las posibilidades de los demás. El respeto es la base de toda convivencia en sociedad. Las leyes y reglamentos establecen las reglas básicas de lo que debemos respetar.

Sin embargo, el respeto no es solo hacia las leyes o la actuación de las personas. También tiene que ver con la autoridad como sucede con los hijos y sus padres o los alumnos con sus maestros. El respeto también es una forma de reconocimiento, de aprecio y de valoración de las cualidades de los demás, ya sea por su conocimiento, experiencia o valor como personas.
Honestidad
La honestidad es una de las cualidades que nos gustaría encontrar en las personas o mejor aún, que nos gustaría poseer.
Si alguna vez debemos hacer un listado de las cualidades que nos gustaría encontrar en las personas o mejor aún, que nos gustaría poseer, seguramente enunciaremos la Honestidad, porque garantiza confianza, seguridad, respaldo, confidencia, en una palabra integridad.



La Honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quien lo que le es debido.

Responsabilidad
Todos comprendemos la irresponsabilidad cuando alguien no cumple lo que promete ¿Pero sabemos nosotros vivirla?
La responsabilidad (o la irreponsabilidad) es fácil de detectar en la vida diaria, especialmente en su faceta negativa: la vemos en el plomero que no hizo correctamente su trabajo, en el carpintero que no llegó a pintar las puertas en el día que se había comprometido, en el joven que tiene bajas calificaciones, en el arquitecto que no ha cumplido con el plan de construcción para un nuevo proyecto, y en casos más graves en un funcionario público que no ha hecho lo que prometió o que utiliza los recursos públicos para sus propios intereses.

Bondad
La bondad perfecciona a la persona porque sabe dar y darse sin temor a verse defraudado, transmitiendo aliento y entusiasmo a quienes lo rodean.
En ocasiones el concepto de bondad es confundido con el de debilidad. A nadie le gusta ser "el buenito" de la oficina, de quien todo el mundo se aprovecha. Bondad es exactamente lo contrario, es la fortaleza que tiene quien sabe controlar su carácter, sus pasiones y sus arranques para convertirlos en mansedumbre.


Definición
 de que son los valores

Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.

Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes.

Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias. Por ejemplo, aunque seamos injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad.

Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan, y lo que representan, y no por lo que se opine de ellos.

Valores, actitudes y conductas están estrechamente relacionados. Cuando hablamos de actitud nos referimos a la disposición de actuar en cualquier momento, de acuerdo con nuestras creencias, sentimientos y valores.

Los valores se traducen en pensamientos, conceptos o ideas, pero lo que más apreciamos es el comportamiento, lo que hacen las personas. Una persona valiosa es alguien que vive de acuerdo con los valores en los que cree. Ella vale lo que valen sus valores y la manera cómo los vive.

Pero los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa.

Quizás por esta razón tenemos la tendencia a relacionarlos según reglas y normas de comportamiento, pero en realidad son decisiones. Es decir, decidimos actuar de una manera y no de otra con base en lo que es importante para nosotros como valor. Decidimos creer en eso y estimarlo de manera especial.

Al llegar a una organización con valores ya definidos, de manera implícita asumimos aceptarlos y ponerlos en práctica. Es lo que los demás miembros de la organización esperan de nosotros.

En una organización los valores son el marco del comportamiento que deben tener sus integrantes, y dependen de la naturaleza de la organización (su razón de ser); del propósito para el cual fue creada (sus objetivos); y de su proyección en el futuro (su visión). Para ello, deberían inspirar las actitudes
y acciones necesarias para lograr sus objetivos.

Es decir, los valores organizacionales se deben reflejar especialmente en los detalles de lo que hace diariamente la mayoría de los integrantes de la organización, más que en sus enunciados generales.

Cuentos para fortalecer los valores
La verdadera riqueza
        Un hombre rico veraneaba en un pueblo de pescadores. Cada mañana, solía pasear por la playa, y siempre veía a un pescador dormitan­do en su barca. Un día se le acercó y, tras los saludos de rigor, le dijo:
        —Y usted... ¿no sale a pescar?
        —Bueno... sí... —repuso el pescador—: salí esta mañana temprano, y no se dio mal.
        —Y... ¿no va a salir otra vez?
—¿Para qué? Ya pesqué lo suficiente para hoy.
—Pero si usted pescara más, conseguiría más dinero, ¿no?
—¿Y para qué quiero más dinero, señor?
—Bueno, con más dinero podría usted tener un barco más grande.
—¿Un barco más grande?
—Pues claro... Con un barco mayor usted conseguiría más pesca, y más pesca significa más dinero.
—¿Y para qué quiero yo tanto dinero?
—Pero... ¿no lo entiende usted?: con más dinero podría comprar varios barcos, y entonces pescaría mucho más, y se podría hacer rico.
—¿Yo? ¿Ser rico?
—Sí, claro... ¿acaso no desea ser rico? Podría usted comprarse una casa bonita, tener un coche, viajar, tener toda clase de comodi­dades...
—¿Y para qué quiero yo esas comodidades?
—¡Dios mío!... ¿Cómo es posible que no lo entienda?... Si usted tuviera comodidades y riquezas, entonces podría usted retirarse a disfrutar y descan­sar.
—Pero, caballero... ¿no ve usted que eso es justo lo que estoy haciendo ahora?

El mejor padre

Un hombre, todavía no muy mayor, relataba a un amigo:
—Quise darle a mis hijos lo que yo nunca tuve. Entonces comencé a trabajar catorce horas diarias. No había para mí sábados ni domingos; consideraba que tomar vacaciones era locura o sacrilegio. Trabajaba día y noche. Mi único fin era el dinero, y no me paraba en nada para conseguirlo, porque quería darle a mis hijos lo que yo nunca tuve.
—Y... ¿lo lograste? —intervino el amigo.
—Claro que sí —contestó el hombre—: yo nunca tuve un padre agobiado, hosco, siempre de mal humor, preocupado, lleno de angustias y ansiedades, sin tiempo para jugar conmigo y entenderme. Ese es el padre que yo les di a mis hijos. Ahora ellos tienen lo que yo nunca tuve.


Lo más importante

 Durante el segundo semestre en una escuela de enfermería, un profesor hizo a sus alumnos un examen sorpresa. La última pregunta de la prueba era: «¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?»
Los alumnos pensaron que seguramente era una broma. Habían visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Era alta, de cabello oscuro, como de cincuenta años, pero ¿cómo iban a saber su nombre? Al entregar el examen, dejaron la última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si esa pregunta contaría para la nota del examen.
«Absolutamente» --dijo el profesor--. «En sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes y merecen su atención, aunque solamente les sonrían y les digan: “¡Hola!”, llamándolas por su nombre».
Nunca olvidaron esa lección. Todos aprendieron enseguida que su nombre era Dora.

....Y usted, ¿sabe el nombre de las personas que le sirven?

La ley del talión
En una familia, un niño observaba cómo todo el mundo trataba mal al abuelo, un anciano torpe de mucha edad, recriminándole cuando rompía algo, cuando se le derramaba la comida, cuando era incapaz de hacer muchas cosas por sí mismo. En vista de sus manos temblorosas, el padre del niño le había hecho un cuenco de madera, para evitar que siguiera rompiendo los platos de cerámica cuando se le caían al suelo.
Un día, el padre sorprendió a su hijo pequeño intentando hacer un cuenco de madera muy parecido al que usaba su abuelo. Ante la pregunta de su padre de por qué hacía eso, el niño respondió: «Lo estoy haciendo para ti, papá, para cuando seas viejo».
Desde aquel momento, nadie volvió a tratar mal al abuelo.

La memoria

Un hombre de cierta edad fue a una clínica para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba el médico le preguntó qué era eso tan urgente que tenía que hacer. 
El anciano le dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer, que vivía allí. Llevaba algún tiempo en ese lugar y tenía un Alzheimer muy avanzado. Mientras le acababa de vendar la herida, el doctor le preguntó si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana. 
—No —respondió—. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
—Entonces —preguntó el médico—, si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas? 
El anciano sonrió y dijo:
—Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.

Actividades para los docentes



1.- LA LÍNEA DE LA VIDA

I. El educador pide a los participantes que tomen una hoja de papel y tracen una línea horizontal que la cruce. 
Les solicita que coloquen puntos en los dos extremos de la línea. El punto de la izquierda representa la fecha de  nacimiento, que deben escribir debajo.
II. El educador explica a los participantes que el punto del otro extremo (derecha) representa la fecha de la  muerte. Comenta que sobre este punto se debe escribir el año de nuestra muerte, el cual depende del número  de años que se crea se va a vivir.

III. Ahora, solicita a los participantes poner un punto que represente donde se está ahora en la línea entre el  nacimiento y la muerte. Después deberán poner la fecha de hoy debajo de este punto.

     Fecha de nacimiento - Aquí estoy ahora - Fecha de mi muerte

IV. El educador solicita a los participantes que hacia la izquierda de la fecha de hoy, sobre la línea, escriban una  palabra que represente lo que se cree que se ha logrado hasta ahora.

V. Terminada la actividad anterior el educador solicita a los participantes que hacia la derecha de hoy, indiquen  con una o dos palabras algunas cosas que se quieran hacer o experimentar antes de la muerte.

VI. El educador solicita a los participantes que analicen esta sencilla, pero significativa línea de la vida.

VII. En gran grupo comentan lo que sintieron y pensaron al realizar este ejercicio.

2.- EL TÚNEL DEL TIEMPO

       El profesor propone al grupo la siguiente situación:
“Hemos encontrado en un desván algo prodigioso: se trata de un espejo mágico único en el mundo. Cuando te miras  en este espejo, ¡ves reflejada tu imagen tal y como será dentro de 10 años!  ¿Qué aspecto tiene  nuestro reflejo?”  
       El profesor pide a los alumnos que reflexionen durante un tiempo razonable (de 5 a 10 minutos), y después,  individualmente, respondemos en el papel a las siguientes cuestiones:  

1. ¿Qué siento ante el espejo? ¿Me da miedo o me produce esperanza?
2. ¿Tu reflejo es nítido o borroso? ¿Tienes bien claro cuál es tu sueño de desarrollo personal?
3. ¿Cómo te gustaría que fuese tu vida dentro de 10 años?
4. ¿Estáis solos en nuestro reflejo o hay alguien a nuestro lado? ¿A quiénes os gustaría encontrar cerca dentro de 10 años? 
5. ¿Qué valores importantes en mi vida me gustaría que apareciesen en mi reflejo?
6. ¿Qué aspectos de mi vida actual me bloquean el camino para ser aquello que deseo?
7. ¿Qué puedo hacer para superar los obstáculos en mi camino hacia lo que quiero ser?
8. ¿Qué aspectos de vuestra vida desearías que hubiesen desaparecido para dentro de 10 años?
       
       Ponemos en común en gran grupo, comentando cada respuesta.
nota: actividad para niños de 9 años

LA IMPORTANCIA DE LOS VALORES EN LA SOCIEDAD


La educación pretende aportar herramientas para la vida del ser humano que sean útiles a nuestra sociedad para ello es necesario promover los valores y con ello promover una adecuada convivencia entre las personas y por ende una mejor sociedad, pero los valores se han ido cambiando y desapareciendo a lo largo de la historia es necesario saber a que se deben estos cambios que se originan en las distintas épocas de nuestra vida. No es posible que existan cambios tan fuertes que perjudiquen no solo a una sola persona si no a una sociedad completa.
Los valores en la vida del ser humano a veces no se llegan a entender ya que cada quien le da su lugar a cada valor pero antes que nada no importa si los conocemos, si no que los llevemos acabo ya que esto beneficiara a nuestra comunidad y nuestra vida cotidiana, por que juegan un rol importante ya que hasta cierto punto son las normas de la conducta de cada persona para poder convivir con la comunidad o con las personas que nos rodean y que los tenemos que tener presentes para no perjudicar a nadie.
Sin olvidar que los valores son los que forman parte de las acciones que llevamos acabo fuera y dentro de la sociedad y que ellos mismo serán una guía por el camino correcto así que la tarea de las personas es reforzar y transmitir a todas las personas que nos rodea para llevarlo acabo y así poder ser una mejor persona y un mejor país, por que todo depende de como tengamos los valores presentes para ser una mejor sociedad justa y equitativa donde exista igualdad y los derechos para todos los seres humanos.
Al investigar acerca de este tema que sin duda es importante conocerlo encontré que Sylvia Schmelkes una autora interesada en la importancia que deben tener los valores en la educación del país, por ello ella expone que la educación se ha centrado en la adquisición de conocimientos y en el desarrollo cognitivo de los alumnos ya que se ha dejado rezagado el plan moral, lo ético y lo humano, estoy de acuerdo ya que lo único que hacemos la mayoría de los docentes es centrarnos en los contenidos que daremos pero dejamos a un lado lo moral parte importante de los niños en esta sociedad, unas alternativas que daría para poder tener un mejor avance seria que manejáramos programas educativos con temas acerca de los valores humanos y que al igual trabajáramos entrevistas, encuestas y les pudiéramos mostrar imágenes y videos todo acerca de la importancia de los valores y con esto darles a conocer a las demás personas el papel que juegan los valores en la sociedad ya que ellos son los que cambiaran a las personas y así llegaremos a ser un mejor mundo.



¿Valores solo, en las Escuelas?


Cuando los niños/a llegan al preescolar llevan una serie de valores adquiridos en su entorno familiar, primer agente socializador con el que están en contacto. El maestro debe tener en cuenta que sus alumnos no son una tabla rasa, ya que como dice Ottaway (1.973) " el niño trae consigo a sus padres, en el sentido de que sus enseñanzas están siempre presentes".

Es relevante destacar que lo que el niño/a aprende en sus primeros años de vida (0 a 6 años) será la base de su formación, por ello no debería existir contradicción entre lo que dice y se hace, ni en lo que aprende en su escuela y lo que se les enseña en su hogar, como padres y docentes se debe ser modelo y enseñar a través del ejemplo, lo cual es la mejor estrategia para enseñar.

Una manera de que existiera una relación entre los valores que el niño/a trae y los que se le van a enseñar en este nuevo contexto para él, como es la escuela, sería la mayor interacción entre familia y escuela.

En este sentido es fundamental que en las instituciones el personal docente, se ponga de acuerdo en los valores que quiere trabajar en su institución, favoreciendo la toma de conciencia y el cambio de actitudes. Toda la energía que se despliega en una institución educativa o en un grupo de personas, tendrá más calidad, cuanto más responda a los valores consensuados por los componentes de la propia institución. Si los Proyectos Educativos de la institución recogen las prioridades de valores consensuados por la Comunidad Educativa, éstos se pueden convertir en un instrumento innovador y de cambio, que será necesario ir revisando en sucesivos momentos, a través de la reflexión y el diálogo.

Es preciso argumentar, discutir, y llegar a un acuerdo siempre en situaciones de igualdad o simetría, es decir, que no se imponga un criterio por el lugar que la persona ocupa en dicha escuela. Lograr un consenso, es sumamente complejo sobre todo, en las instituciones públicos donde conviven personas con diferentes ideologías e intereses, y tienen que encontrar unos mínimos acuerdos para trabajar los mismo valores. Y más complejo aún, haber logrado ponernos de acuerdo qué entendemos debajo del letrero: tolerancia, respeto, compañerismo entre otros. Para algunos docentes el valor respeto puede significar que los alumnos no contraríen su punto de vista (que suele ser el correcto), y para otros, puede significar recoger y tener en cuenta el punto de vista del alumno porque posee un valor en sí mismo.

Por lo tanto la escuela debe cumplir una función de formación más que información. Hoy día la información abunda y llega más fácilmente a casi todos los rincones del mundo. Por tanto, la función de la escuela debe volcarse más al desarrollo de las habilidades y competencias comunicativas para procesar la información y a la formación de la conciencia crítica, más que a la transmisión de información.

En cuanto a la adquisición de valores muchos autores defienden que éstos se van conformando a través de los procesos de socialización y la identificación con las normas sociales y el marco cultural de una determinada comunidad. (Goñi 1996). Dentro de una perspectiva culturalista, ya no se defiende el innatismo en casi ningún aspecto del desarrollo, sino que éste y el conocimiento se interpretan como algo social y culturalmente construido. (Bruner 1997)

Por ello ratifico que enseñar “valores” es dar ejemplo, vivenciarlo ponerlos en practicas, hacerlo con estrategias dinámicas desde el nivel inicial, y continuarlos durantes los años sucesivos y ser más que un contenido del currículo (CBN) que ahora anexan, porque la escuela siempre a educado en valores lo que se debe hacer es considerar los diferentes agentes socializadores que existen, y no dejar esta responsabilidad solo a la escuela.

“No es posible educar en aquellos valores que uno mismo no tiene construidos.”