miércoles, 1 de agosto de 2012


ACTIVIDADES 






actividad 1

Para poder realizar esta actividad:
Leer el cuento: El autobús y el ferrocarril

En la plaza de la estación del ferrocarril, un autobús esperaba a los viajeros que debían llegar en el tren de las 9 de la mañana. Este llego con toda puntualidad y, durante los minutos en los que el tren aguardaba a que le dieran la salida y el autobús iba recibiendo a los pasajeros y sus equipajes, ambos entablaron esta conversación:
-Querido autobús, tu haces lo que te viene en gana; puedes circular con plena libertad; vas por donde te apetece; se te antoja girar a la izquierda o a la derecha , nadie ni nada te lo impide; tu eres libre de verdad . ¡Que suerte tienes! Yo, en cambio, siempre estoy sujeto a estas vías de hierro; ¡Que desgracia la mía si intentara salirme de estos rieles que marcan inexorablemente mi camino!
-¡Cuanta razón tienes, viejo amigo ferrocarril! Yo puedo escoger mi ruta y cambiarla cuantas veces lo desee; puedo descubrir lugares nuevos, horizontes insospechados; incluso, si me apetece, me detengo en una pradera verde y descanso un ratito mientras mis ocupantes toman su almuerzo. Es cierto, pero no todo es tan bonito.
¿ Tú sabes la cantidad de peligros a los que estoy expuesto a cada instante?
Debo andar de ojo avizor en cada paso que doy; los otros vehículos me asaltan por todos lados. ¡Ay de mí, si me disgusto un segundo! ¿Y si me salgo de la carretera? ¿ Y si me arrimo demasiado a la cuneta? ¿Y si me deslumbra el automóvil de enfrente? La catástrofe puede ser monumental.
-Es verdad, no se me había ocurrido. Mi sumisión a la vía reduce mi libertad, pero aumenta mi seguridad. Puedo circular kilómetros y kilómetros con los ojos cerrados y puedo alcanzar velocidades de en sueño...siempre que no me salga de mis pulidos rieles. No soy dueño de mi dirección: mi itinerario me lo marcan los demás; y los cambios de agujas me solucionan las encrucijadas que me podrían hacer dudar.
-Si, viejo tren. Nos ocurre cono a las personas ¿sabes? A mas libertad, mas riesgos, mayores peligros, mas responsabilidad ante las decisiones. Es muy bello ser libre, pero también es muy difícil. El precio que hay que pagar por la libertad es altísimo, pero vale al pena.
El dialogo quedo interrumpido por el silbido del jefe de estación que daba la salida al expreso Madrid – Barcelona. Al mismo tiempo alguien, dentro del taxi preguntaba en voz alta:
-¿ Por donde vamos a pasar?

2)Reflexiona sobre los siguientes puntos:
¿ Quien crees que es mas libre el autobús o el tren? ¿Por qué?
¿ Por qué cuando hay mas libertad, debe existir una mayor responsabilidad?
¿Cómo ejerces tu la libertad?

  1. Actividad en grupo
Noticias y poema “LIBRE PARA..”

Los niños, solos o con ayuda de sus padres, deberán buscar una noticia en el periódico, revistas, boletines, etc., que se relacione, de acuerdo con los contenidos anteriores, con el valor de la libertad. Con los recortes de la noticia a la mano y con ayuda del maestro, los niños contestaran las siguientes preguntas:
En tu noticia ¿ quien o quienes toman las decisiones?
¿ Crees que se tomo la decisión adecuada? ¿Por qué?
¿ A que se comprometió en su decisión esa persona?
¿ Que consecuencias puede haber de esta decisión? ¿por qué?
¿ Que ventajas tuvo esta decisión?


Actividad 2
Formen grupos de 4 o 5 compañeros.
Lean el siguiente texto y elaboren 3 conclusiones .

Libertad de elegir

Tengo que aprender a elegir:
Veo la televisión o leo o repaso matemáticas.
Y saber porque elijo una actividad y rechazo otras.
Repaso matemáticas
porque mi maestra me dijo que necesitaba practicar;
luego leeré y dejaré la televisión para el día sábado.
Elige siempre con tu corazón y con tu inteligencia.
No olvides los buenos consejos
de las personas que te quieren bien.
No permitas que nadie te quite la libertad de elegir.

Escribe tus 3 conclusiones:
1.- ____________________________________
2.- ____________________________________
3.- ____________________________________


Para todos los días de esta semana practica tu libertad escogiendo entre dos opciones la mejor (por ejemplo: yo decido portarme bien o portarme mal en el salón de clases, yo decido poner atención a la maestra o no hacerle caso, yo elijo entre jugar bien con mis amigos o jugar brusco con ellos, etc.)

Mi desafío de esta semana: _________________________________________

Actividad 3
Siendo libres podemos amar
Un aspecto central de la libertad es aprender a decidir. Mucho de lo que nos sucede es producto de nuestras decisiones o la ausencia de éstas. Para decidir se recomienda:
Analizar                          Decidir                                    Actuar
Analizar es plantearte de una manera más clara tu inquietud o problema, analizando las ventajas y desventajas que se tienen y las opciones de solución.
Decidir es llevar a cobo lo decidido.
La mejor decisión será aquella que sólo te beneficie a ti sino a los demás, buscando el bien.

Escojan tres problemas y busquen las soluciones en equipo utilizando el analizar, decidir, actuar..

Al terminar se realizará una sesión en la que cada equipo expondrá lo que hizo.

Problema
Análisis                      Decisión                          Actuar 
Mis papás no quieren a mis amigos
¿Por qué? ¿Cómo se divierten? ¿Como piensan? ¿Qué es un amigo? ¿Me beneficia uno?
Seguir con  ellos
Apartarme
Hablar con ellos
Hablar con ellos y hacerles ver el riesgo en el que están, si no cambian me alejo


Para todos los días de esta semana escoge con tu maestra una actividad con la que practiques tu forma de tomar decisiones (por ejemplo: pienso antes de actuar, me esfuerzo por autodominarme, practico algún deporte, etc.)
Mi desafío de esta semana: _________________________________________



Firma Maestra                                            ¿Como lo hice? MUY BIEN    BIEN  




Cómo docentes debemos ser ejemplos  y transmitir  a nuestros alumnos los siguientes valores:
  • El amor a Dios, nuestros padres y semejantes
  • A respetar a los que nos rodean
  • A ser solidarios
  • A ser amables.
  • Utilizar las normas de cortesía en todo momento y lugar
  • Responsables en las actividades escolares y el hogar
  • Conocer lo que se puede y no se puede ni debe hacer
  • A tener sentido común
  • No decir mentiras
  • A tratar a los demás como quieres ser tratado
  • A respetar lo ajeno
  • Contribuir en el trabajo del hogar y escuela.
  • A cuidar el ambiente que nos rodea.
  • A cuidar los niños más pequeños y ancianos
  • A ser honrados y honestos
  • A respetar y cuidar  la vida
  • A cuidar su cuerpo, ser limpios y aseados
Si desde pequeños se fortalecen el amor a Dios y  los  valores, seguro que tendremos adolescentes y adultos  más felices, con actitudes y aptitudes  diferentes en el hogar, escuela y sociedad.
EL SER HUMANO CON LOS VALORES 

  El ser humano al nacer ya forma parte de una sociedad, la principal es la familia. Sin embargo, en la medida que vaya pasando el tiempo, la persona tiene que pasar por etapas de desarrollo. De tal modo, que crece en cuerpo y mente. De esta manera, el hombre con su inteligencia capta las normas para desenvolverse ante la sociedad. Gracias a las etapas formativas que la persona haya cursado, va aprendiendo el verdadero sentido que tienen las normas en una sociedad. Antes dichas normas se tienen que destacar los VALORES HUMANOS.
  Los Valores Humanos establecen un modelo de conducta que es muy aceptable en la sociedad; y ayudan a construir el edificio del bien y de la perfección. Para poder construir dicho edificio se necesita una serie de materiales: El Respeto, La Responsabilidad, La Puntualidad, La Paciencia, La Sencillez, La Amistad, La Alegría, La Gratitud, La Sinceridad, La Generosidad, El Perdón, El Amor, La Solidaridad, La Honestidad, La Bondad, La Tolerancia, etc.

Esta serie de Valores les puedo decir que son los bienes más importantes de la vida, Esto es algo universal. Por tanto, es necesario tenerlos presentes en nuestra vida y practicarlos día a día, porque esto es lo que nos identifica como seres racionales que somos. Es decir, como personas.
http://quierosermercedario.blogspot.com/2010/04/la-importancia-que-tienen-los-valores.html
DIBUJOS SOBRE LOS VALORES PARA COLOREAR
 





lunes, 30 de julio de 2012

Conceptos de los valores


Amistad
Los elementos que forjan amistades para toda la vida.
La amistad es un valor universal. Está claro que difícilmente podemos sobrevivir en la soledad y el aislamiento. Necesitamos a alguien en quién confiar, a quién llamar cuando las cosas se ponen difíciles, y también con quien compartir una buena película. Pero ¿Qué es la amistad? ¿De qué se compone? ¿Cómo tener amistades que duren toda la vida?

Caerse bien

Las amistades suelen comenzar de imprevisto, y muchas veces sin buscarlas. En el camino de la vida vamos encontrádolas. Y todo comienza porque alguien "nos cae bien".
Respeto
Vivir en sociedad nos hace reflexionar sobre el valor del respeto, pero con éste viene la diferencia de ideas y la tolerancia. En pocas palabras ¿Qué hay que saber sobre el Respeto, la Pluralidad y la Tolerancia?
Respeto, Pluralismo y Tolerancia

Hablar de respeto es hablar de los demás. Es establecer hasta donde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, y dónde comienzan las posibilidades de los demás. El respeto es la base de toda convivencia en sociedad. Las leyes y reglamentos establecen las reglas básicas de lo que debemos respetar.

Sin embargo, el respeto no es solo hacia las leyes o la actuación de las personas. También tiene que ver con la autoridad como sucede con los hijos y sus padres o los alumnos con sus maestros. El respeto también es una forma de reconocimiento, de aprecio y de valoración de las cualidades de los demás, ya sea por su conocimiento, experiencia o valor como personas.
Honestidad
La honestidad es una de las cualidades que nos gustaría encontrar en las personas o mejor aún, que nos gustaría poseer.
Si alguna vez debemos hacer un listado de las cualidades que nos gustaría encontrar en las personas o mejor aún, que nos gustaría poseer, seguramente enunciaremos la Honestidad, porque garantiza confianza, seguridad, respaldo, confidencia, en una palabra integridad.



La Honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quien lo que le es debido.

Responsabilidad
Todos comprendemos la irresponsabilidad cuando alguien no cumple lo que promete ¿Pero sabemos nosotros vivirla?
La responsabilidad (o la irreponsabilidad) es fácil de detectar en la vida diaria, especialmente en su faceta negativa: la vemos en el plomero que no hizo correctamente su trabajo, en el carpintero que no llegó a pintar las puertas en el día que se había comprometido, en el joven que tiene bajas calificaciones, en el arquitecto que no ha cumplido con el plan de construcción para un nuevo proyecto, y en casos más graves en un funcionario público que no ha hecho lo que prometió o que utiliza los recursos públicos para sus propios intereses.

Bondad
La bondad perfecciona a la persona porque sabe dar y darse sin temor a verse defraudado, transmitiendo aliento y entusiasmo a quienes lo rodean.
En ocasiones el concepto de bondad es confundido con el de debilidad. A nadie le gusta ser "el buenito" de la oficina, de quien todo el mundo se aprovecha. Bondad es exactamente lo contrario, es la fortaleza que tiene quien sabe controlar su carácter, sus pasiones y sus arranques para convertirlos en mansedumbre.


Definición
 de que son los valores

Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.

Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes.

Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias. Por ejemplo, aunque seamos injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad.

Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan, y lo que representan, y no por lo que se opine de ellos.

Valores, actitudes y conductas están estrechamente relacionados. Cuando hablamos de actitud nos referimos a la disposición de actuar en cualquier momento, de acuerdo con nuestras creencias, sentimientos y valores.

Los valores se traducen en pensamientos, conceptos o ideas, pero lo que más apreciamos es el comportamiento, lo que hacen las personas. Una persona valiosa es alguien que vive de acuerdo con los valores en los que cree. Ella vale lo que valen sus valores y la manera cómo los vive.

Pero los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa.

Quizás por esta razón tenemos la tendencia a relacionarlos según reglas y normas de comportamiento, pero en realidad son decisiones. Es decir, decidimos actuar de una manera y no de otra con base en lo que es importante para nosotros como valor. Decidimos creer en eso y estimarlo de manera especial.

Al llegar a una organización con valores ya definidos, de manera implícita asumimos aceptarlos y ponerlos en práctica. Es lo que los demás miembros de la organización esperan de nosotros.

En una organización los valores son el marco del comportamiento que deben tener sus integrantes, y dependen de la naturaleza de la organización (su razón de ser); del propósito para el cual fue creada (sus objetivos); y de su proyección en el futuro (su visión). Para ello, deberían inspirar las actitudes
y acciones necesarias para lograr sus objetivos.

Es decir, los valores organizacionales se deben reflejar especialmente en los detalles de lo que hace diariamente la mayoría de los integrantes de la organización, más que en sus enunciados generales.

Cuentos para fortalecer los valores
La verdadera riqueza
        Un hombre rico veraneaba en un pueblo de pescadores. Cada mañana, solía pasear por la playa, y siempre veía a un pescador dormitan­do en su barca. Un día se le acercó y, tras los saludos de rigor, le dijo:
        —Y usted... ¿no sale a pescar?
        —Bueno... sí... —repuso el pescador—: salí esta mañana temprano, y no se dio mal.
        —Y... ¿no va a salir otra vez?
—¿Para qué? Ya pesqué lo suficiente para hoy.
—Pero si usted pescara más, conseguiría más dinero, ¿no?
—¿Y para qué quiero más dinero, señor?
—Bueno, con más dinero podría usted tener un barco más grande.
—¿Un barco más grande?
—Pues claro... Con un barco mayor usted conseguiría más pesca, y más pesca significa más dinero.
—¿Y para qué quiero yo tanto dinero?
—Pero... ¿no lo entiende usted?: con más dinero podría comprar varios barcos, y entonces pescaría mucho más, y se podría hacer rico.
—¿Yo? ¿Ser rico?
—Sí, claro... ¿acaso no desea ser rico? Podría usted comprarse una casa bonita, tener un coche, viajar, tener toda clase de comodi­dades...
—¿Y para qué quiero yo esas comodidades?
—¡Dios mío!... ¿Cómo es posible que no lo entienda?... Si usted tuviera comodidades y riquezas, entonces podría usted retirarse a disfrutar y descan­sar.
—Pero, caballero... ¿no ve usted que eso es justo lo que estoy haciendo ahora?

El mejor padre

Un hombre, todavía no muy mayor, relataba a un amigo:
—Quise darle a mis hijos lo que yo nunca tuve. Entonces comencé a trabajar catorce horas diarias. No había para mí sábados ni domingos; consideraba que tomar vacaciones era locura o sacrilegio. Trabajaba día y noche. Mi único fin era el dinero, y no me paraba en nada para conseguirlo, porque quería darle a mis hijos lo que yo nunca tuve.
—Y... ¿lo lograste? —intervino el amigo.
—Claro que sí —contestó el hombre—: yo nunca tuve un padre agobiado, hosco, siempre de mal humor, preocupado, lleno de angustias y ansiedades, sin tiempo para jugar conmigo y entenderme. Ese es el padre que yo les di a mis hijos. Ahora ellos tienen lo que yo nunca tuve.


Lo más importante

 Durante el segundo semestre en una escuela de enfermería, un profesor hizo a sus alumnos un examen sorpresa. La última pregunta de la prueba era: «¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?»
Los alumnos pensaron que seguramente era una broma. Habían visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Era alta, de cabello oscuro, como de cincuenta años, pero ¿cómo iban a saber su nombre? Al entregar el examen, dejaron la última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si esa pregunta contaría para la nota del examen.
«Absolutamente» --dijo el profesor--. «En sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes y merecen su atención, aunque solamente les sonrían y les digan: “¡Hola!”, llamándolas por su nombre».
Nunca olvidaron esa lección. Todos aprendieron enseguida que su nombre era Dora.

....Y usted, ¿sabe el nombre de las personas que le sirven?

La ley del talión
En una familia, un niño observaba cómo todo el mundo trataba mal al abuelo, un anciano torpe de mucha edad, recriminándole cuando rompía algo, cuando se le derramaba la comida, cuando era incapaz de hacer muchas cosas por sí mismo. En vista de sus manos temblorosas, el padre del niño le había hecho un cuenco de madera, para evitar que siguiera rompiendo los platos de cerámica cuando se le caían al suelo.
Un día, el padre sorprendió a su hijo pequeño intentando hacer un cuenco de madera muy parecido al que usaba su abuelo. Ante la pregunta de su padre de por qué hacía eso, el niño respondió: «Lo estoy haciendo para ti, papá, para cuando seas viejo».
Desde aquel momento, nadie volvió a tratar mal al abuelo.

La memoria

Un hombre de cierta edad fue a una clínica para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba el médico le preguntó qué era eso tan urgente que tenía que hacer. 
El anciano le dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer, que vivía allí. Llevaba algún tiempo en ese lugar y tenía un Alzheimer muy avanzado. Mientras le acababa de vendar la herida, el doctor le preguntó si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana. 
—No —respondió—. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
—Entonces —preguntó el médico—, si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas? 
El anciano sonrió y dijo:
—Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella.